Web personal de Antonio Javier Roldán Calzado.

Traficante educativo y creador de contenido.



En sus pensamientos estaba su madre, que estaría en España descansando tras el duro mes que había pasado en el cortijo de Albaidalle. Era una gran mujer, hermosa y fuerte, como aquella que caminaba sobre el agua. También recordó a su padre, que buscaba un sentido a su vida en África, sin un rumbo fijo y borrando las pisadas que le podrían traer de vuelta a casa. ¿Y su abuelo? Desde que soñó con él en aquella cueva del senet habían pasado varias semanas. Tampoco podía olvidar a Rai, sus aventuras juntos, el beso en aquel balcón al cielo y la tibieza de sus labios en su cuello cuando le dijo que nunca la olvidaría. Y, por supuesto, la partida contra la muerte, en aquella bodega oscura y fría luchando contra Martín. Tantas personas a su alrededor habían sido capaces de tomar su corazón entre sus manos, que todavía no había sentido la necesidad de ser ella la que lo acariciara y reconociera