Los peldaños del tiempo (2025)

En los últimos peldaños de mi peregrinar por la vida siento la necesidad de una introspección serena, transparente, sin postigos amurallados que oculten la resonancia de mi travesía. Quiero auscultar el sonido de la vida que late y ha latido en mi rededor, las experiencias que me han seccionado la nostalgia, los ayeres que asfaltaron las sendas por donde hoy transita mi ánimo; los celajes apiñados de congojas ocultas, la caricia y grandeza del indulto y de la tolerancia, la belleza de amar y ser amado. Estos poemas son quejidos, sentires desmaquillados de juicios y condenas, que pretenden arrullar las astillas de la soledad y la ausencia, el aliento fragmentado del anochecer del espíritu, el lamento silencioso del quebranto y la tristeza. En los frágiles muros de mis emociones quiero grafitar mensajes de solidaridad, paz y calma; abrazos de empatía, sonrisas de acogida, brotes de igualdad en tantas miradas vencidas. Porque, desde mis últimos peldaños, desde su perspectiva, veo mejor la vida que acontece, incluso a través de las nieblas que, en ocasiones, pretenden velar la realidad.

  

Un inesperado otoño (2022)

“Un inesperado otoño” es una travesía poética, íntima y sincera, por las emociones del alma desde la percepción del otoño de la vida. Asimismo, el libro contiene reflexiones y pequeños relatos influenciados por la observación de lo cotidiano, marcados profundamente por la sensibilidad del entorno, lesionado a veces por acontecimientos tristes y dolorosos que muerden y laceran el ánimo. Pero, también, por cantos de promesa en el aliento abrigado de la esperanza.

Tránsitos de luz (2018)

Desde niña me ha gustado escribir. Ya entonces llevaba un diario, confidente de mis silencios; depositario de mi carga sentimental. Pienso que escribir es vaciar el espíritu delicadamente; gota a gota, quejido a quejido. Hace unos años tuve un encuentro con la poesía. Y me atreví, con timidez y humildad, a transitar por ella. Mi corazón se sintió ligero al poderse expresar en su propia lengua; sin rubor de desnudar su intimidad velada. Me abrió un camino de emociones que mi familia me ha animado a compartir.

  


























Los días dormidos (2013)

Los recuerdos son compartimientos del alma donde hurgamos con cautela para despertar los sueños dormidos: una imagen desenfocada, un lugar misterioso donde guardamos la película de nuestra vida. En estas reducidas evocaciones he elegido pequeños instantes, acontecimientos que quedaron tallados en el rumor de mi infancia. La retrospección me ha supuesto descubrir que mi memoria infantil –oculta en la nostalgia- sólo dormía en el tiempo.